Con un gol de cabeza de César Haydar, Junior venció la noche de este miércoles 1-0 a Millonarios en el partido de ida de la gran final de la Copa Colombia, disputado en el estadio Metropolitano de Barranquilla, lo cual lo deja en ventaja para el duelo de vuelta en Bogotá. 

Un ambiente de final se firmó desde las gradas. Ante unas treinta mil personas aproximadamente, el Junior recordó luego de dos años lo que es jugar un partido por el título, frente a su afición, que con emotivo recibimiento los quiso alentar para la búsqueda de la Copa. 

Un tifo de Julio Comesaña en la tribuna sur, con un homenaje pocas veces visto en el mundo del fútbol para un entrenador. La imagen del colombo-uruguayo mordiendo una medalla de oro de campeón fue un mensaje emocionante para un hombre que busca una nueva hazaña en el equipo de su vida. 

Vino el silbato inicial del juego, en un partido que tuvo mucha cautela en las primeras de vuelta. Tanto Junior como Millonarios se dedicaron más a unos primeros minutos de estudiando, midiendo lo que podían hacer al arco contrario. 

Comesaña se la jugó por una defensa más tradicional con Edwin Velasco por la banda izquierda, el regreso de Dany Rosero a los defensores centrales y dejando a Freddy Hinestroza con Omar Albornoz abiertos como volantes por los costados de la cancha. 

El juego duró mucho para abrirse. Es más, hubo un festival de patadas, de lado y lado, con varias amarillas como consecuencias dejando algunos de los protagonistas divertidos. Hasta el zapato de Iván Rossi voló en una acción, ante las raspaduras de lado y lado. 

La final no tomó cara de final hasta el último cuarto de hora, con cuatro llegadas de riesgo, dos por cabeza, que marcaron un verdadero intercambio de golpes, de poder a poder, buscando destrabar el juego sin goles. 

A los 34 minutos fue Omar Albornoz, quien, aprovechando una pelota recuperada en punta, se fue al galope contra el arco de Álvaro Montero y cuando tenía perfil para definir, su tiro se fue desviado por un costado para encender a los hinchas.

Dos minutos más adelante, Carlos Bacca trenzó una combinación con el argentino, que la terminó mandando apenas por un lado del arco, en una de las mejores combinaciones del partido. 

Tras esto, el turno para agredir fue de la visita. A los 37 minutos, el uruguayo Sebastián Viera tuvo que estirar su humanidad, para mandar a la esquina un tiro de Israel Alba, para preservar el empate. 

Finalmente, a los 39, Luis Carlos Ruiz recibió un pase en puñalada que lo dejó cara a cara con Viera. Sin embargo, el uruguayo achicó con toda a potencia de sus piernas para llegar a la pelota y apagar el incendio. 

Con ese resultado sin goles, Julio Comesaña recibió en el camerino a los suyos y no dudó ni un segundo en meter mano para el complemento mando de entrada a Luis González, Yeison Gordillo y Edwuin Cetré por Velasco, Albornoz e Iván Rossi.

Junior subió su ritmo, comenzó a poner al rival contra el arco y pronto los movimientos se vieron reflejados en el marcador para los locales pasar adelante en la final. Solventó la lesión de Dany Rosero, dando paso a César Haydar y apretó los dientes. 

A los 61 minutos, González lanzó un centro desde la derecha que fue conectado en el primer palo claramente por César Haydar, quien la martilló ante la equivocación en marca del defensa Andrés Llinás y la reacción inefectiva de Álvaro Montero, que vinieron en chárter, para ver en primera fila el 1-0. 

De ahí en adelante todo se volvió drama. Bacca se lesionó para completar el quinto cambio, dejando su sitio a Carmelo Valencia y a falta de seis minutos el que quedó en una pierna, ante la imposibilidad de salir de Hinestroza al cumplir ya los cinco cambios. 

Ya en el tiempo de adición un perfecto centro desde la izquierda de Cetré encontró la cabeza de Carmelo, que la mandó apenas por fuera y que hubiera significado el segundo de la tranquilidad.

Con esa ventaja de 1-0, dentro de un mes, Junior saltará a la cancha en el estadio El Campín de Bogotá para jugar el partido de vuelta, que definirá al campeón del torneo este año.